Trabajar en casa un reto para muchos, un disfrute para otros
Hace ya 2 años que me encuentro trabajando completamente desde casa. No todo ha sido fácil y no todo ha sido complicado.
Existen muchas maneras de trabajar en casa y esto puede variar según la clase de persona que eres. ¿Eres del tipo de persona que se levanta a la hora exacta de iniciar el horario laboral? ¿Abres tus ojos en la mañana y de inmediatos enciendes tu computador o tu móvil para ver los correos del día? Si contestas de forma afirmativa a estos interrogantes, seguro que vas planeando tu día conforme te vas despertando en frente del PC y atiendes tus llamadas y solucionas los temas de trabajo desde la cama o en pijama. No te preocupes, no pienso juzgarte en este artículo, a mi también me ha pasado.
Nadie dijo que fuera fácil trabajar en casa, es incluso más complejo que hacerlo en una oficina. Ya lo he vivido, el tema es que cómo no hay un orden y una planeación, tampoco hay horario para finalizar la labor, llegan las 11 pm y aún estás solucionando urgencias y realizando trabajo acumulado, no hay separación entre tu vida personal y tu vida laboral, todo está revuelto en un mismo espacio y lugar, tu mente.
Trabajar a tu ritmo requiere de disciplina y mantener siempre tus objetivos en mente.
El espacio que te rodea es un reflejo de tu mente, como tengas tu cabeza se verá tu casa y tu oficina, es importante crear límites para todo, en el espacio físico, en el tiempo y en tu cabeza. Darle un lugar a cada cosa hará que logres llevar a cabo cada rol con el que estás comprometido en tu día a día.
Informa a tus seres queridos: Es importante que también se lo hagas saber a quienes comparten tu hogar y tu vida contigo, tu pareja, tus hijos, tus padres, familiares y amigos. Quienes equivocadamente algunas veces piensan que al trabajar en tu casa, tienes disponibilidad todo el tiempo. Explicarles de forma amable que te encuentras trabajando y que no dispones de tiempo para atender sus necesidades en cualquier momento te ayudará a darle lugar a cada cosa. Puedes explicarles cuales son los momentos en los que puedes disponer de un espacio para atenderles, de forma amable y siempre desde el amor.
Informa a tus clientes, proveedores y compañeros: De la misma forma que avisaste a tus seres queridos los espacios indicados para atenderlos, deberás hacerlo con las personas con quienes trabajan. Cuando estás en momentos de familia no contestes correos, mensajes o llamadas de trabajo. Dedica este tiempo de descanso a eso mismo, a descansar, libera tu mente de temas laborales, el mundo no dejará de girar si disfrutas de la vida.
Primero tu: Trata de sacar un tiempo para ti, esto es vital para poder iniciar un día de forma positiva. Dedicar un momento para desayunar bien, conversar con tu familia, disfrutar de una buena ducha, tomar un delicioso café, leer, meditar, practicar algún ejercicio antes de sentarte al computador, cambiará definitivamente tu día. En mi caso elijo la meditación y el yoga antes de iniciar. Para ti podría ser cualquier cosa que te active, que de genere paz, por ejemplo, salir a dar un paseo con el perro o pensar un rato mirando al cielo. Encuentra eso que te guste.
Tiempo para lo importante: Descubre cuál es la hora del día en que eres más productivo. Algunos lo somos en las madrugadas y otros en las noches. Justo en ese momento que creas que estás súper motivado, es el mejor momento para dedicarlo a los proyectos de más importancia, aquellos que llevarán tu carrera o tu empresa a lograr tus propósitos, no desperdicies este momento contestando mails, atendiendo llamadas o en reuniones, prefiere concentrarte y explotar tu potencial.
Espacio de trabajo: Tu oficina o lugar de trabajo, este debe ser un espacio que precisamente te invite a trabajar, a crear a manifestar. Debe ser cómodo y lindo, que te guste estar allí. Algo importante, que tenga puerta, evita espacios abiertos donde todo el mundo pueda entrar o estar pasando, romperán tu concentración cuando sea realmente necesaria.
Mapa de ruta: Una simple lista en un cuaderno podría ser tu guía, la que te dará la mayor satisfacción y tranquilidad. Hacer una lista de todas las cosas que te preocupan, evitará que te desveles pensando en ellas, por eso te propongo que hagas la planeación de tu día siempre la noche anterior. Marca con las letras A, B y C las 3 tareas más importantes que no pueden dejar de hacerse durante ese día. Con esta lista de tareas verás como tu día empieza con algo ya adelantado. Ve tachando aquellas cosas que vas dejando listas, esto te llenará de satisfacción y gozo, celebra con un café o con un aplauso que motive a tu cerebro a seguir tachando más ítems de la lista. Las minirecompensas son adictivas, te harán querer tacharlas todas, así funciona nuestro cerebro.
Encuentra aquello que te haga feliz y que convierta tu ambiente laboral en un disfrute cada día.
Estas pequeñas recomendaciones me han funcionado, aunque te soy sincera, algunas veces no las practico al 100%. Lo importante es que revises que funciona para ti, eso que te invite a amar cada día, cada cosa que haces manteniendo en mente el propósito que te impulsa.
“No importa cuántas veces te equivocas o con que lentitud progresas, sigues estando muy por delante de quienes ni lo intentan” – Tony Robbins –